Desde su primera actuación el domingo 4 de marzo en Daytona
Beach, Florida, hasta la función de ayer en Sarasota, también en La Florida, la
Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba ha provocado aplausos, ovaciones, alabanzas
a Cuba.
Esta es la segunda ocasión en que nuestra Sinfónica es tan
bien recibida por el público en Estados Unidos, un logro para Cuba y para el
rescate de la llamada música culta, de los acordes sinfónicos que hoy día
pretenden ser desplazados por otros estilos de hacer música.
El programa, configurado por los organizadores de la gira,
incluye las siguientes obras: El Sombrero de Tres Picos de Manuel de Falla;
Sinfonía II de Brahms, Sinfonía IX de Dvorak, Sinfonía VII de Beethoven, Tres
Pequeños Poemas de Amadeo Roldan, Guaguanco, de Guido López-Gavilán, Overtura
1812 de Tchaikovsky.
Como encores interpretaron Contradanza de Cecilia Valdés de
Gonzalo Roig y Danzón de Alejandro Garcia-Caturla. Como solistas invitados el
pianista ruso Pavel y el surcoreano Yekwon Sunwoo medalla de oro en el Concurso
Internacional de Piano Van Cliburn 2017.
Esta agrupación incluye en su haber más de dos mil
conciertos nacionales e internacionales (Rusia, Polonia, Yugoslavia, México,
Nicaragua, España, Perú, Argentina, Martinica, Guadalupe y EE.UU.).
La Orquesta Sinfónica Nacional fue fundada en 1960 y tiene entre
sus directores titulares a Enrique Pérez Mesa y Leo Brouwer e interpreta un
amplio repertorio sinfónico y de cámara que cubre desde la música barroca hasta
obras de compositores contemporáneos.
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