La Habana 26 de noviembre de 2018.
Estimados
colaboradores de la salud;
Compañeros,
soy Pedro Creach Corrales, graduado del Instituto Superior Pedagógico Enrique
José Varona, en la especialidad de Historia y
autor del libro Heraldos de la Salud y la Vida,
publicado por la editorial Tricontinental en el 2005, que hace un recorrido por
momentos importantes de la colaboración médica de Cuba al mundo desde el año
1964 hasta el 2003.
Convocado
por la percepción de que la labor de los
internacionalistas cubanos en el sector de la salud, adquiere una dimensión
única y universal y que el momento resulta coyuntural, he decidido reunir
información que permita publicar un segundo volumen de Heraldos de la Salud y
la Vida.
Soy
consciente de que nadie individualmente puede reunir la información en la
magnitud necesaria, para obtener un
texto a la altura de la epopeya que se pretende narrar, y que abarca desde el
2004 hasta nuestros días. Es por ello, que decidí solicitar a los miles de
cubanos que guardan información referidas al tema, que colaboren en este
empeño.
De modo
especial nos dirigimos a los trabajadores de la salud, protagonistas
principales, que nos envíen sus vivencias y documentos que ayuden a develar las aristas más íntimas y
sensibles de este proyecto: los retos técnicos, la nostalgia, la convicción, la
añoranza, el miedo, la familia, la misión encomendada, los éxitos alcanzados, Fidel
en cada uno de ustedes, el amor….
Servirá a
nuestro propósito, la información publicada en órganos de prensa, las redes
sociales, los testimonios de cada uno de los colaboradores, las fotos, vídeos,
cartas, mensajes electrónicos, declaraciones y opiniones de personalidades del
mundo entre otros.
Por su
vigencia decidí incorporar a esta Convocatoria los últimos párrafos de la nota
de presentación de Heraldos de la Salud y la Vida:
“Resultó en extremo difícil hacer una
selección de los trabajos a publicar por las limitaciones lógicas del espacio disponible, ante la calidad
de los testimonios enviados.
Un denominador común en las vivencias
de los colaboradores cubanos, es el brutal contraste, casi traumático, del
sistema social de nuestro país, con el estado de la salud en estos lugares y
las bases discriminatorias, que lo sustentan. Para cualquier hombre o mujer de
nuestro pueblo, constituye un crimen, una grosera lesión a su formación ética y
humanista, condicionar la atención médica a la posesión o no de recursos
económicos por parte del enfermo.
Nos impactó comprobar que la esencia
y el espíritu del proyecto diseñado y
animado por Fidel, de la ayuda internacionalista en el terreno de la salud,
desborda la inconmensurable dedicación y sacrificios, para convertirse en un
compromiso de toda la sociedad cubana, donde la familia asume como suya la
responsabilidad y el honor de cumplir la misión encomendada por los principios
y sentimientos de solidaridad creados por la Revolución.
José Martí en su dedicatoria de la
Edad de Oro, decía: …que
si alguna vez nos encuentra algún niño de América por el mundo, nos apriete
mucho la mano, como un amigo viejo y diga, donde todo el mundo lo oiga: ¡Este
hombre de La Edad de Oro, fue mi amigo!
Los colaboradores de la salud cubana,
podrán aspirar con legítimo derecho a
que si algún niño de los países pobres que ayudaron, los encuentra alguna vez
por el mundo, les apriete mucho la mano, como a un amigo viejo y diga donde
todo el mundo lo oiga: ¡Este médico cubano, me salvó la vida!”
Compañeros,
de antemano infinitas gracias por vuestra colaboración.
La
información podrá ser enviada a Calle Belascoaín 473, esquina Salud, Centro Habana, o remitida al correo pedro_creach@yahoo.com, antes del 31
de enero de 2019.
Un
abrazo,
Pedro
Creach Corrales
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