viernes, 30 de marzo de 2018

DUEÑA DEL TIEMPO



Por Yansy Sánchez

¿Poemario juvenil? El término acomoda solo a críticos y editores; el concepto, pienso, pudiera abarcar tanto a niños como jóvenes. Dueña del tiempo tiene la bondad de ahondarse sobre la propia línea e ir construyendo, a remedo de las capas de una cebolla, los significados que propone, así, pudiera reflejar los conflictos, desde un niño hasta un adolescente temprano o, para subrayar el término, un juvenil.
Con un lenguaje sencillo y musical muestra distintas acuarelas sobre momentos en los que pudiera o debiera reflexionar aquel lector ideal. El silencio, como una categoría ―diría yo― del pensamiento o del discurso interior, es parangonado con la tranquilidad de los peces, una fina proposición que invita al sosiego, plantea al lector la necesidad sopesar las cosas del contorno. Por otro lado, la reconstrucción de los valores de cortesía y los visos que se enfilan hacia el enamoramiento son trabajados, para aquellos que van descubriendo los primeros ardores, con naturalidad y una dosis romántica que los sobreponerse a la hostilidad de los tiempos.Gestos de galanterías ya olvidados y subvertidos por los medios propone la autora en equilibrio a lo burdo, lo soez. Isabel Cuello pretende desaparecer como adulto viciado, como el ser controvertido e insalvable en que nos transforma la sociedad, para abogar por la sensibilidad, y los sentires a veces olvidados.
Tengo la sospecha que ha elegido el largo camino de la memoria y allí prefirió revisitar su infancia, ya asfixiada, por los años y las aglomeraciones para suscitarle al ruedo juvenil una visión otra del mundo, más contemplativa y reparadora en los detalles profundos, en las esencias vitales que conforman una personalidad determinada. Aproximarse a pensar, detenerse en las cosas pequeñas y aparentemente triviales, como una receta de cocina, es el desafío de esta escritora para sus lectores, junto a él, marchamos como el respecto a los mayores, la consideración al trabajo de los ancianos y otras prácticas  menos frecuentadas; todo sugerido sin la marcada intencionalidad didáctica con que peca a veces la literatura del género, pero sí con la agudeza que permite el lenguaje cuando es preciso, esto quizás, su fortaleza mayor; pues a través de sus proposiciones deviene la indicación deseada, una sugerencia a involucrarse.
Pienso que Dueña del tiempo es un libro ambicioso que construye una tesis necesaria para equilibrar la balanza frente a publicaciones que festinan los crecimientos del niño, y socaban la inocencia y la sonrisa más amplia y vital de los que emergen.    

jueves, 15 de marzo de 2018

Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba en EEUU.




Desde su primera actuación el domingo 4 de marzo en Daytona Beach, Florida, hasta la función de ayer en Sarasota, también en La Florida, la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba ha provocado aplausos, ovaciones, alabanzas a Cuba.

Esta es la segunda ocasión en que nuestra Sinfónica es tan bien recibida por el público en Estados Unidos, un logro para Cuba y para el rescate de la llamada música culta, de los acordes sinfónicos que hoy día pretenden ser desplazados por otros estilos de hacer música.

El programa, configurado por los organizadores de la gira, incluye las siguientes obras: El Sombrero de Tres Picos de Manuel de Falla; Sinfonía II de Brahms, Sinfonía IX de Dvorak, Sinfonía VII de Beethoven, Tres Pequeños Poemas de Amadeo Roldan, Guaguanco, de Guido López-Gavilán, Overtura 1812 de Tchaikovsky.

Como encores interpretaron Contradanza de Cecilia Valdés de Gonzalo Roig y Danzón de Alejandro Garcia-Caturla. Como solistas invitados el pianista ruso Pavel y el surcoreano Yekwon Sunwoo medalla de oro en el Concurso Internacional de Piano Van Cliburn 2017.

Esta agrupación incluye en su haber más de dos mil conciertos nacionales e internacionales (Rusia, Polonia, Yugoslavia, México, Nicaragua, España, Perú, Argentina, Martinica, Guadalupe y EE.UU.).
La Orquesta Sinfónica Nacional fue fundada en 1960 y tiene entre sus directores titulares a Enrique Pérez Mesa y Leo Brouwer e interpreta un amplio repertorio sinfónico y de cámara que cubre desde la música barroca hasta obras de compositores contemporáneos.